Diez consejos sobre dibujo y pintura de flores.
El dibujar y pintar una flor, puede transformarse en una experiencia tanto creativa como de distensión mental y espiritual.
1) Asegúrate antes de empezar, que las flores elegidas tengan un perfume muy suave, o casi inexistente.
En caso de que lo tengan, que te agrade. Mientras dure la sesión de dibujo y pintura, ellas estarán compartiendo contigo su aroma. Y si es muy intenso o te disgusta, no disfrutarás de la experiencia en toda su plenitud.
2) Aumenta tu capacidad de concentración mientras dibujes y pintes.
Procura que cuanto te rodea, pase a un segundo plano. Lo principal, serán tú y la flor o flores elegidas.
Tu capacidad de transmitir lo que tengas delante tuyo se verá potenciada si intentas fijar tu mirada y pensamientos en ello, sin distraerte por factores externos.
3) Deja a mano cuanto precisarás, desde el inicio y de acuerdo al medio que elijas para dibujar y pintar lo creado: lápices, gomas, saca puntas, trinchetas, papeles, cartones, carbonillas, pinceles, recipientes varios, frascos, trapos, agua, solventes, óleos, acuarelas, témperas, pasteles, óleo pasteles, lápices acuarelables, delantal, etc.
4) Hay flores que se marchitan más pronto que otras. Ten presente esto durante la selección del modelo elegido.
Los pétalos de flores como los hibiscos pierden turgencia y cambian de forma con cierta rapidez.
5) Es conveniente a) tomar una fotografía a la flor o flores elegidas, antes de dibujarlas y b) hacer uno o más bocetos de ellas los cuales te servirán como guía para pintarlas luego.
Puede ocurrir que cuando termines los dibujos finales, el hibisco o tu flor elegida haya cambiado de forma o incluso de color a medida que se marchita.
6) Selecciona variedades de flores que permanezcan más tiempo con su aspecto y colores originales. Al menos, hazlo en tus primeros intentos tanto al dibujar como al pintar flores.
Así ganarás práctica con este tipo de variedades, y podrás hacerlo con tranquilidad y sin apuro.
7) Recorre a las flores visualmente, previo a dibujarlas. Enfoca tu mirada con detenimiento. Procura recordar lo que ves. Texturas, líneas, curvas, luces y sombras.
8) A continuación, realiza un primer boceto de ellas. Mediante unos pocos trazos, reproduce sus principales características. Continúa y realiza más de un dibujo desde distintos ángulos, para asimilar a través de la vista lo que veas.
9) Al terminarlos, elige uno de ellos; el que más te agrade.
No tiene que ser el más perfecto, pero sí que te transmita algo especial.
Tendrás en ese boceto, las líneas básicas establecidas, para poder recrear los detalles que faltan con más precisión.
Posteriormente, lo trasladarás al soporte adecuado, para luego pintarlo con el medio por ti elegido.
10) La luz existente en el momento del día y el ambiente en que pintes, influirá sobre los matices y tonos a elegir a la hora de pintar.
El tipo de iluminación que reciba una obra pictórica, ya sea durante el proceso creativo o cuando esté terminada y colgada en una habitación, incidirá en los colores que veamos en ella.
Alejandra Fort.