Para realizar esta experiencia, se comenzó por contarles a los niños y niñas en un lenguaje simple y ameno qué y cuáles eran las energías renovables.
Se les mostraron distintas ilustraciones y algunas fotografías que brindaban ejemplos de cada una de ellas.
Se llevó una pequeña cocina solar a la clase para que la pudieran ver en acción y así explicarles cómo es que funciona.
Dentro de las actividades de expresión plástica del taller, estaba incluida la preparación de una masa de harina, agua y pigmentos.
Una vez elaborada, quienes participaban realizaron diversas creaciones a su gusto con dicho material. Éstas se pusieron en el interior del colector, sobre la asadera metálica de color negro.
Luego se puso la tapa de vidrio y se colocó al aparato de modo que la radiación solar incidiera dentro de la cocina.
Mientras duró el proceso de cocción, los niños y niñas volvieron al salón e hicieron dibujos relativos a lo que habían experimentado durante la clase.
Más tarde, pudieron comprobar el aumento del calor existente dentro de la cocina, no solo a nivel del tacto sino a través de un termómetro que se puso allí para registrar las variaciones de temperatura que se dieron.
Observaron también, la condensación sobre el vidrio de las gotitas de vapor de agua producto de la cocción de la masa.
Una vez cocidos los objetos creados, fueron repartidos entre quienes los realizaron.
Alejandra Fort - Autora del libro Energías renovables, Editorial Hemisferio Sur.
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